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Peaje papiros: Continúa la lucha por su desmonte

Pese a que en tiempos recientes se tomó una nueva medida de movilidad para contrarrestar el intenso flujo de vehículos que se presenta en la zona, a juicio de la población, esta no ha sido efectiva. Los usuarios denuncian que el pase libre que se acordó, luego del represamiento de 20 vehículos, no se está cumpliendo.

Corría el año 1995 cuando la noticia de que se instalaría un peaje en el sector conocido como Los Papiros, en Puerto Colombia, tomó por sorpresa a los habitantes de este municipio atlanticense.

Varios líderes porteños y la comunidad en general se volcaron a las calles a expresar su descontento y a oponerse a la medida. Fueron famosos los plantones que se instalaron en la “Y” de los chinos en señal de protesta, así como los sancochos comunitarios que se hacían para alimentar a los manifestantes que permanecieron ahí durante largas jornadas.

Sin embargo, el gobierno del entonces presidente Ernesto Samper cumplió su cometido, y finalmente puso en marcha la caseta argumentando la necesidad de recursos para obras de ampliación y mantenimiento de la vía.

Han pasado 27 años desde ese suceso, y hoy es claro que dicho peaje, lejos de llevar progreso, afectó no sólo la economía de los habitantes sino la movilidad y el desarrollo turístico y escolar de la zona.

Aquella lucha inicial, en todo caso, no fue en vano. Los porteños consiguieron que se acondicionara la antigua vía, que conecta al municipio con la carrera 51B de Barranquilla, como una forma de evadir el pago del peaje. Esta vía actualmente no está en óptimas condiciones para transitar debido a las graves afectaciones que sufrió como consecuencia de la fuerte ola invernal.

El no funcionamiento de esa transitada ruta ha originado que los conductores tengan que tomar obligatoriamente la Vía al Mar; además, adicional al pago diario del peaje, y dependiendo de los trayectos que realicen, también se han visto afectados por el tiempo que gastan debido a la fuerte congestión vehicular.

Pese a que en tiempos recientes se tomó una nueva medida de movilidad para contrarrestar el intenso flujo de vehículos que se presenta en la zona, a juicio de la población, esta no ha sido efectiva. Los usuarios denuncian que el pase libre que se acordó, luego del represamiento de 20 vehículos, no se está cumpliendo.

Lo que vemos en la actualidad es que los más perjudicados no sólo están siendo los porteños, sino los docentes y padres de estudiantes de los colegios que están alrededor. Padecemos trancones interminables, principalmente los fines de semana y puentes festivos; adicionalmente, ocurren muchos accidentes de tránsito por la falta de iluminación en la vía.

Esta serie de acontecimientos que vuelven a girar en torno a la situación del peaje Papiros se acrecienta y, además de solicitársele al Gobierno nacional el desmonte inmediato de una caseta innecesaria, urge que se adecúe la antigua vía a la altura del Lago el Cisne, así como la solución a la problemática de la iluminación de la Vía al Mar que no fue contemplada en el contrato de la actual concesión.

Aunque actualmente se valora que haya una disminución en la tarifa de este peaje, lo que los porteños señalan es que el tiempo les ha dado la razón y que hoy existen todos los elementos técnicos, jurídicos, financieros y sociales que justifican la no existencia de esa caseta en el sector, por lo que continúa la lucha para que el gobierno la desmonte.

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