SER137. LA SERENA (CHILE), 04/04/2018.- Jugadoras de Colombia posan antes de enfrentarse con Uruguay hoy, mi

Las mujeres y el fútbol

Debemos saludar este gran logro en el campo del fútbol internacional; sobre todo, porque abre los ojos a un mundo que aún se mantiene en ciertos niveles de tinieblas respecto a los roles de la mujer al interior de la sociedad. Hay que abrir más los ojos, señores y señoras. Reconocer y apoyar el papel integral que tiene la figura femenina en la sociedad.

Aún no se apaga el eco de la gesta alcanzada por un grupo de jóvenes que lograron el subcampeonato mundial de fútbol femenino mediante el despliegue de un juego animado por buenos desplazamientos, pases y goles; y, también, a partir de la lucha, del esfuerzo y de la voluntad con el que las mujeres sabemos enfrentar los desafíos de la vida.

El título alcanzado no es gratuito, pues trasciende el deporte mismo y, en particular, el balompié, una actividad que tradicionalmente ha estado reservada a los hombres, quienes reciben todo el apoyo de las federaciones y de distintos patrocinadores. Lo anterior es relevante porque se aproxima a temas sensibles como el machismo, un mal que en nuestro siglo continúa provocando estragos no sólo al interior de las familias sino en la sociedad entera. Así mismo, cuestiona temas espinosos como la homofobia y la misoginia, cuyo rostro más visible es la discriminación laboral.

En el plano estrictamente deportivo hay que resaltar el avance del fútbol femenino en distintas categorías, pese a la ausencia de una adecuada infraestructura futbolística tal como existe en algunos países latinoamericanos, Estados Unidos, Canadá y en varias naciones europeas, entre ellas España, campeona mundial de la sub-17, que cuenta con distintas divisiones, cada una de ellas conformadas por 16 equipos y en la que se destaca la primera división. Pero tal avance pareciera obedecer a factores de una adecuada organización en nuestro país, situación que no ocurre y que se requiere de manera urgente, pues esto sería la forma de recompensar el esfuerzo de todas nuestras deportistas que dejan en alto el nombre de un país que lleva el fútbol en la sangre.

Debemos saludar este gran logro en el campo del fútbol internacional; sobre todo, porque abre los ojos a un mundo que aún se mantiene en ciertos niveles de tinieblas respecto a los roles de la mujer al interior de la sociedad. Hay que abrir más los ojos, señores y señoras. Reconocer y apoyar el papel integral que tiene la figura femenina en la sociedad. Que este logro permita la motivación hacia las mujeres y el sector público y privado con el propósito de fortalecer una disciplina que tantas alegrías nos ha brindado.

No obstante, es necesario advertir la necesidad de estimular las ligas femeninas, los torneos locales, regionales, nacionales, la promoción en las instituciones educativas, acompañado todo ello con mensajes que indiquen claramente la relación estrecha que existe entre fútbol en todas las modalidades y cultura, un binomio que en ocasiones se olvida, pues a veces prima el mercantilismo por encima del buen desarrollo físico y mental. En nuestro caso, es urgente la consecución de patrocinios importantes que garanticen la continuidad y el sostenimiento. Aparte de lo anterior, el llamado al Estado es a impulsar este balompié en las escuelas y universidades con el propósito de la masificación de un deporte que ha sido exaltado por plumas de reconocida solvencia intelectual, tales como el antropólogo Desmond Morris y el pensador y exfutbolista argentino, Jorge Valdano.

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