A propósito de la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, en Colombia cada vez más, desde las diferentes entidades del Estado, estamos buscando como contribuir para que las alarmantes cifras en esta materia disminuyan.
Es por ello que a través de nuestro proyecto de ley de Educación Emocional, que va para segundo debate en el Congreso de la República, queremos promover este tipo de educación en las instituciones públicas y privadas de los niveles preescolar, primara, básica y media del país, reconociéndola como un elemento esencial del desarrollo integral de la persona y, al mismo tiempo, como una estrategia tanto de prevención de conductas de riesgo como de mejora en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
Yo soy una convencida de que con educación contribuimos a la transformación y el empoderamiento de los ciudadanos, les generamos oportunidades y calidad de vida y esta es una iniciativa que complementa la educación que actualmente se imparte en nuestro país en aras de prevenir todo tipo de conductas de riesgo en las que se ven involucrados nuestros menores, tales como el suicidio y la depresión, los desórdenes alimenticios, el abuso en el consumo de sustancias psicoactivas, la violencia y el acoso escolar o bullying, el ciberbullying y el estrés; así como mejorar el rendimiento académico de los estudiantes.
Esta iniciativa urge que sea pronto Ley de la República, no podemos permitir que las cifras en cuanto a suicidios sigan incrementándose. Según Medicina Legal, más de 590 suicidios se registraron en el primer trimestre del 2019, de estos 77 de los casos se presentaron en menores. Y según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Una persona cada 40 segundos se quita la vida en el mundo.
