Carlos, la triste noticia de tu partida ayer ha significado un gran dolor no sólo para tu familia y tus amigos, sino también para esas personas especiales que como yo, compartimos a tu lado bellos momentos porque juntos trabajamos durante muchos años.
Fuiste de esos hombres implacable e importante en mi vida. Estuviste a mi lado en los momentos en los que más necesité de tu apoyo. Hacia ti sólo tengo palabras de agradecimiento y de admiración, esas palabras que algunas veces pude expresarte en vida como un reconocimiento a todo ese trabajo que con tanto amor desarrollaste por la cultura de Puerto Colombia y el Departamento del Atlántico.
Gracias a ese sueño y a esa visión que alguna vez tuviste, porque eras un hombre constante, hoy el Sirenato de la Cumbia es una realidad y gracias a ese legado que nos dejas nuestro municipio se ha proyectado como un embajador del folclor, la cumbia y por resaltar la belleza y el talento de la mujer porteña y la mujer atlanticense.
Si algo me tocara destacar de ti, destacaría tu gran sentido de pertenencia por lo nuestro y ese amor infinito hacia tu familia. Hoy me encuentro por fuera del país y no sabes cómo me duele y como me embarga la tristeza al no poder estar ahí para despedirte, para decirte que no es un adiós, sino un hasta pronto porque tu presencia permanecerá en cada uno de los corazones de quienes te quisimos, te apreciamos, te respetamos y te valoramos.
A los porteños nos queda hoy una enorme responsabilidad y es seguir resguardando y apoyando ese gran legado cultural que nos dejas. El Sirenato de la Cumbia será por siempre un certamen de altura, en el que primará esa sabiduría que dejaste plasmada para cada detalle de su organización.
A la Fundación Sirenato de la Cumbia le digo que tenemos que seguir trabajando unidos, ahora más que nunca será nuestra responsabilidad seguir conservando, en el tiempo, una tradición nuestra, que es autóctona y con la que nuestros hijos han crecido.
Carlos, hoy tu municipio está de luto, el sector cultural está de luto. Tu partida nos ha dejado un gran vacío porque se nos fue el Gran Carlos Suárez Pereira, un soñador y un líder en todo el sentido de la palabra.
Gracias Dios por su vida y por permitirme compartir con él muchos momentos especiales. Paz en tu tumba y mis sentidas condolencias a toda tu familia.
