A punto de cumplirse la sexta fecha del fútbol colombiano, observamos con preocupación el rechazo que ha generado el nuevo canal Win Sports+, en el que se transmiten los cinco partidos más importantes de cada fecha. Para ver esos encuentros, es necesario suscribirse a través de un cable operador y pagar la suma de $30.000 pesos mensuales con el pretexto de generar mayores ingresos para que los clubes mejoren sus finanzas.
Desde comienzo de año se posicionó la tendencia en redes sociales #LoPagaráSuMadre, y es tal la inconformidad, que hasta en los estadios se ven pancartas que critican este nuevo canal.
La historia señala que en varias ocasiones se privatizó el fútbol colombiano y en ninguno de los casos fue exitoso. Recuerdo cuando llegó SKY: fue más la expectativa porque en poco tiempo le dijo adiós al negocio del fútbol local. Con la llegada de Telmex ocurrió lo mismo y, para no ir más lejos, en los comienzos del canal Win Sports donde solo se podía ver por un cable operador, se vieron obligados a “abrir” a los demás cables operadores, debido al bajo rating.
Yo no tengo dudas de que el fútbol es el gran deporte nacional, pese a que otros, como el ciclismo y el patinaje, nos han dado innumerables alegrías. Sin embargo, en esta oportunidad no podemos desconocer que la Dimayor y las directivas de Win Sports instauraron un precio sin consultar; es decir, de espaldas al televidente.
Creo que se está a tiempo para que los directivos del fútbol colombiano y los hinchas se reconcilien. Si bien se necesita generar más ingresos -y en muchas ligas en el mundo también se cobra para ver los partidos-, el precio debe ir acorde con la realidad nacional. Que de verdad se noten estos nuevos ingresos con estadios en excelentes condiciones y transmisiones de primer nivel. Y no casos recurrentes como la falta de pago a los futbolistas.
El deporte, en especial el fútbol, es de todos.