Los hechos lamentables que vienen ocurriendo desde hace días en la frontera con Venezuela han ocasionado la indignación de todo un país, principalmente por la forma en cómo se están viendo vulnerados los derechos de nuestros compatriotas.
Si bien el Presidente Nicolás Maduro argumenta amenazas a la seguridad de los venezolanos, según él, por la presencia de miembros del paramilitarismo en la zona, rechazo, desde todo punto de vista, el trato inhumano del cual están siendo objeto un gran número de colombianos que han sido deportados, recientemente, a Colombia y la incertidumbre y la desesperación que embarga a muchos que aún se encuentra en el vecino país.
Solicitamos al Gobierno venezolano respeto por el pueblo colombiano, porque al agredir a un colombiano en su territorio, agrede a todo un país.
No soy partidaria de que se busquen soluciones a este tipo de problemas, entre ambas naciones que siempre hemos considerado como hermanas, a través de las vías de hecho. Sino por el contrario, respaldo la posición del presidente Juan Manuel Santos donde señala que la confrontación solo sirve a intereses políticos, individuales y electorales y que para nada conducen a una solución satisfactoria.
Por lo tanto, hago un llamado al Gobierno Nacional primero, para que se le preste toda la atención, ayuda y acompañamiento a nuestros connacionales, teniendo en cuenta que hay muchos menores de edad a los que también se les están viendo vulnerados sus derechos fundamentales.
Y segundo, para que a través de las vías diplomáticas y con el apoyo de instancias internacionales, se logren tomar medidas urgentes que permitan restablecer la confianza y combatir el tema de la inseguridad y el contrabando en la frontera.
Que sea este el momento para pensar seriamente en la construcción de una política pública de frontera no sólo con Venezuela, sino también con los demás países vecinos y así evitar que situaciones como estas vuelvan a presentarse en un futuro.