Hoy es un día muy importante para la educación pública en el país, pues nuestros maestros y maestras buscan una vez más la reivindicación de sus derechos y la dignificación de su profesión, lo cual apoyamos de manera rotunda desde la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes del Congreso de la República.
Si bien la educación pública en nuestro país no atraviesa por su mejor momento, reconocemos la disposición y la voluntad que ha tenido el Gobierno Nacional para utilizar todas las herramientas existentes para mejorar las capacidades, los salarios y las condiciones laborales, de salud y de bienestar del profesorado.
No obstante, queremos hacerle un llamado desde el Partido de la U al Presidente de la República, al Ministro del Trabajo, al Ministro de Hacienda y a la Ministra de Educación, para que de manera articulada y con la participación de todos los sectores de la educación pública del país, se persista en el diálogo y se aumenten los esfuerzos en pro del fortalecimiento de la carrera docente en Colombia.
Instamos a ambas partes a que no se dilate más el proceso y a que se reconozcan los esfuerzos y la disposición del gobierno en llegar a prontas, ciertas, creíbles y justas soluciones respecto a las pretensiones presentadas por la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), que se reflejan en: los aumentos salariales propuestos, la mejora en la salud de los educadores, en las bonificaciones planteadas a los mismos para mejorar la calidad, y en la fuerte asignación presupuestal que desde el Plan Nacional de Desarrollo (PND), se pretende darle a la educación.
Nos preocupa que no sólo estamos enfrentándonos a una crisis laboral en el país sino a una crisis académica que perturbará el estado de muchos estudiantes, sólo en nuestro departamento serán más de 350.000 afectados, lo cual es muy grave. Por ello, creemos que es hora de concertar pacíficamente entre maestros y gobierno para lograr un esquema docente digno y fuerte desde todas sus fases, ya que si no lo hacemos, todos seremos responsables del cese de actividades escolares en el país, lo cual evidentemente nos alejará más del objetivo de superar la baja calidad educativa que nos está caracterizando en Colombia, que es sin duda nuestro mayor desafío para llegar a ser el país más educado de América Latina en 2025 como todos lo anhelamos.