Diciembre es el mes que muchos esperan porque es sinónimo de unión familiar, tiempo de vacaciones o de ingresos extras por la ‘prima’ de fin de año. A pesar de los perjudiciales efectos ocasionados por el COVID-19, se observa en las calles ese espíritu navideño que nos caracteriza a los colombianos; calles y casas lucen adornadas en homenaje a la llegada del Niño Jesús.
Sin embargo, esta navidad y el año nuevo no serán como antes, nos embarga la tristeza y el dolor porque muchos seres queridos y grandes amigos ya no están con nosotros, pero tenemos la esperanza que vamos a salir de esta y que cuidándonos unos a otros, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad y siendo prudentes ante cualquier tipo de celebración, seguiremos contribuyendo para que el manejo de la pandemia en Barranquilla y el departamento del Atlántico no se salga de control.
No podemos tirar por la borda lo que se ha logrado, y aunque hace poco fueron revelados los resultados del estudio del INS, en el que se señala que “el 55% de la población de Barranquilla ya tuvo Coronavirus”, hay que seguir recordando que lastimosamente el virus no se ha ido y que el cuidado es permanente.
Hoy, nuevamente veo con preocupación cómo aumentan poco a poco los casos de contagios en Barranquilla y el Atlántico, y así haya un bajo número de fallecidos son muertes que nos duelen, por lo que tenemos que ser responsables con el autocuidado.
En una visita que recibí del Embajador de Israel en Colombia, Marcos Cantor, me contaba que en su país ya estaban saliendo de la tercera ola de contagios. La segunda fue muy dura, porque según él, la gente se relajó y de ahí el número alto de contagiados y fallecidos.
Muchos países de Europa acaban de entrar nuevamente en confinamiento. Lo que ocurre en esos países debe servirnos de ejemplo para evitar que suceda algo parecido en el nuestro. Otro encerramiento sería un golpe muy duro a la economía de nuestra Nación y al corazón de los colombianos que aún no se reponen de los casi seis meses de aislamiento obligatorio.
No podemos dejar todo en manos del Gobierno. Para superar esta emergencia sanitaria todos debemos poner de nuestra parte. La pedagogía sobre los cuidados para evitar los contagios ha sido clara, y no hay excusa para no hacer uso del tapaboca y el lavado constante de manos.
Los próximos días son fundamentales en el control de la pandemia. Ahora es cuando más debemos ser precavidos. Que el mes más bonito del año no se vea empañado por un número alto de casos positivos de COVID-19 y de un nuevo confinamiento. La vacuna llegará pronto a Colombia y en el Congreso ya aprobamos que el suministro sea de manera gratuita para todos los estratos.
Vendrán otros diciembres donde sí podremos reunirnos como estamos acostumbrados, y alegrarnos por la fiesta de velitas, navidad y fin de año. Como se merece: por todo lo alto.
¡Juntos, vamos a salir adelante!